Día lleno de emociones encontradas, por el festejo que causa nuestro último día juntos, donde ésta despedida se transforma en ilusiones, esperanzas y deseos de un futuro prometedor. Para que cada uno de ustedes abran sus alas y emprendan el vuelo que tanto necesitan para transformarse poco a poco en hombres y mujeres integros. Su escuela ha sido parte primodial en todos estos años en los que hemos compartido, recuerdos que han llenado nuestros corazones, alegrías en nuestras salas de clases y patio, travesuras, instancias de conversaciones, confidencias, apapachos, aprendizajes y sobre todo amor del más puro e ingenuo. Orgullosa de ustedes, por sus logros, avances y perseverancia en éste año que ha tenido desafíos importantes. Donde no me cabe duda, que han reunido las competencias necesarias para enfrentar obstáculos en compañía de la manos de sus padres y familia. Nunca olviden que lo importante en cada paso que den, es decir lo que piensan, siendo respetuosos, con convicciones y valores, de buen trato hacia los demás, con un corazón limpio y humilde, capaces de todo, porque el cielo no es el límite, que nadie les corte las alas.
